El verdadero origen del esquí de montaña radica en los viajes que realizaban los pobladores de las aisladas aldeas por las duras condiciones invernales, llegando a permanecer varios días de forma autónoma en la montaña.
Hoy en día, gracias a la red de refugios que disponemos en nuestras montañas, podemos revivir esa gratificante experiencia de permanecer en la alta montaña sin tener que bajar hasta los pueblos, atravesando valles enteros, collados, cumbres, etc… llegando así, a sentir de cerca las vivencias que debieron tener aquellos lejanos pobladores de las montañas.
Algunas propuestas:
Travesía de Los Ibones de Bachimaña
La Vuelta de La Facha
La Gran Vuelta al Midi d’Ossau
Alta Ruta Vignemale – Panticosa
Los 3 Grandes del Pirineo