Ante la previsión de nevadas por la tarde del viernes, la mañana la pudimos aprovechar con un ambiente muy invernal en la cuenca de Brazatos junto con Almudena.
Estuvimos moviéndonos a caballo entre las nubes, visitando todos los ibones e incluso, a punto de subir al Bacias. Una experiencia auténtica en este lugar tan especial.
Lástima que no viéramos las vistas, así que habría que volver!