Es toda una suerte tener los Mallos de Riglos tan cerca de casa, sobre todo, cuando la temperatura baja en picado y no apetece estar por el Pirineo.
Este fin de semana nos hemos acercado hasta allí con Sandra, coincidiendo con unos cuantos amigos que buscaban también tostarse al sol.
En el mallo Frechín, hemos escalado una vía relativamente nueva, del 2012, que nos brinda la oportunidad de agarrarnos a presas sin pulir, la Irene y la Paz, mantenida en el 6a/6a+, con algún paso más difícil, con un bonito trazado y con vistas inmejorables a La Visera.
El domingo, enlazamos el Puro por la normal + el Pisón por la Serón Millán, uniendo así, dos vías históricas y sacando un buen puñado de metros.